Ayer nos desayunabamos con la noticia de la dimisión del ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral.
Hoy leemos en las noticias que el hijo mayor de Gadafi «compró» su tesis en Gran Bretaña por un millón y medio de libras.
¿Creen Uds. que esta pueda ser una cuestión por la que algunos no deseen el acceso abierto?. Ahí queda la pregunta.
Enlaces a las dos noticias de El Pais, edición digital:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Dimite/ministro/Defensa/aleman/plagiar/tesis/doctoral/elpepuint/20110302elpepiint_15/Tes
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Doctor/millon/medio/libras/elpepuint/20110302elpepiint_7/Tes
María
Yo lo cuestionaría. Es evidente que muchas universidades, entre ellas la nuestra, muestran tanta resistencia a adquirir políticas de acceso abierto porque éstas ponen de manifiesto la «calidad» de la investigación que, en muchos casos, se realiza en ellas.
Me consta que son las bibliotecas, al menos en el caso de la ULPGC, las que no desfallecen en su intento de que el Equipo de Gobierno actual se comprometa a ellas. Olé por ustedes. Y desde aquí les animo a que sigan en ello por el bien del acceso sin barreras al conocimiento
Tuareg Abisai Kamal
Durante la Edad Media, sólo las iglesias, universidades y hombres pertenecientes a la nobleza podían adquirir libros, que a menudo se guardaban bajo llave para evitar su hurto. Mucho ha llovido desde entonces, hoy día hay tanta información, que se ha de estar bien formado para obtener la crítica y objetividad necesarias para encontrar lo veraz, dentro de tanta abundancia informativa.
Las políticas de acceso abierto en las universidades suponen, además de un acto de generosidad, una muestra de la calidad del personal docente e investigador de las mismas. Con los debido derechos de autor, y otros cuidados sobre derechos intelectuales, «estimo que una universidad es, también, lo que publica, y es a la vez, la cantidad de gente que se acerca a ella para leer lo publicado».